La protesta reunió a 32 miembros de la CULS que se dividieron en cuatro equipos, repartiendo varios carteles en las ventanillas del interior de los trenes que salían de la estación.

Los carteles destacan que hace 30 años que no hay trenes nuevos en la línea de Sintra y enumeran "retrasos", "estaciones cada vez en peores condiciones", "infraestructuras degradadas", "falta de abrigo", "suciedad" y "baños inexistentes o inutilizables" como problemas causados por la falta de inversión.

En declaraciones a Lusa, Miguel Rato, de CULS, afirma que ha habido "remodelaciones y recuperación de algunos trenes que estaban abandonados", pero que esto es "insuficiente" para los problemas que sufren los usuarios.

Miguel Rato también afirma que CP dice que no hay condiciones para responder a los problemas presentados por la comisión.

Otro problema destacado por la CULS es la "insuficiente oferta de líneas nocturnas" y la reducción del número de vagones, sobre todo los fines de semana, que suelen ser la mitad que entre semana, lo que ya ha provocado un hacinamiento.

Los problemas en la línea de Sintra hacen, en opinión de Miguel Rato, que la gente "evite utilizar el transporte público como alternativa".