Portugal debe ser capaz de responder a la nueva estructura de los hogares, en términos de tipos de viviendas disponibles. Si a este nivel queda mucho camino por recorrer, tras referirnos a las estadísticas bancarias, los indicadores revelan que nuestro país está muy bien posicionado. Somos uno de los países con menos deuda relacionada con la vivienda de Europa, y donde el 75% de la población es propietaria de una vivienda". Estas fueron algunas de las conclusiones del debate "El futuro de la vivienda" que tuvo lugar ayer, en el ámbito de la Cumbre Zome.

El panel de ponentes contó con la participación del gestor António Ramalho, el arquitecto Luís Tavares Pereira y la abogada Filipa Pedroso y se centró no sólo en el debate sobre el panorama actual del mercado inmobiliario, sino también en las posibles soluciones a los problemas a los que se enfrenta el sector, con la "crisis" como consigna.

Luís Tavares Pereira, arquitecto y comisario de la iniciativa de la Facultad de Arquitectura de la Universidad de Oporto "Más que casas", que reúne a 25 Escuelas de Arquitectura y Bellas Artes de Portugal, fue el primero en utilizar el término "crisis" en la vivienda, refiriéndose a que "las familias en Portugal están cambiando, con cada vez más estructuras monoparentales, sin hijos, personas mayores que viven solas, más emigrantes, más teletrabajo, y en este sentido, los modelos de vivienda tienen que responder a esta transformación". Preguntado sobre cómo podría responder nuestro Gobierno a este escenario, el arquitecto sostiene que "se necesitan tipologías más variadas".

António Ramalho corrobora la opinión de Luís Tavares Pereira, señalando que el 62% de las personas en el último Censo declararon que las casas en las que viven son más grandes que el espacio que realmente necesitan. El gestor, con larga experiencia y conocimiento del mercado inmobiliario, destacó algunos números de un país "maduro y rígido en lo que se refiere a su proceso habitacional". Empezando por el número de propietarios, el gestor menciona: "Portugal tiene muchos propietarios (el 75%) y el 61,3% de estos propietarios ya no tienen deudas, lo que aporta seguridad a la situación portuguesa. Somos uno de los países de Europa con menos deuda relacionada con la vivienda, con sólo un 6,9 por ciento de cuotas en mora cuando la media europea es del 16 por ciento. Somos uno de los países de Europa con menos créditos hipotecarios vencidos: 0,2 por ciento, lo que significa que, aunque con esfuerzo, todo el mundo está consiguiendo pagar sus créditos". Estos indicadores demuestran un país con un modelo único en el sector de la vivienda.

Por su parte, Filipa Arantes Pedroso, abogada especializada en el sector inmobiliario, indicó que son muchas las soluciones que se pueden aplicar a medio plazo para paliar la citada "crisis" del sector: "Es fundamental que se modifique la presión fiscal", señaló la abogada, que puso como ejemplo España, donde los impuestos relacionados con la vivienda son sólo del 10%. La concesión de licencias es un proceso largo, en palabras de la abogada, aunque reconoce que Simplex "hizo cambios importantes en la concesión de licencias, para simplificarla." La abogada también destacó la necesidad de invertir en más políticas público-privadas para responder a la demanda. Sobre todo, considera necesaria mucha "estabilidad política" para que el país pueda evolucionar en este sector, señalando que "a ningún inversor le gusta la inestabilidad política, y eso es lo que ha tenido Portugal".


Estas fueron las principales conclusiones del panel "El Futuro de la Vivienda", celebrado en el marco de la Cumbre Zome, que tuvo lugar hasta el 11 de abril, en el Palacio Nau Salgados, en Albufeira. La inmobiliaria 100% nacional celebra anualmente este encuentro, con el objetivo de reunir a sus empleados en un entorno de networking, formación y momentos sociales, promoviendo y profundizando en el conocimiento del talento del sector.