En una clase con alumnos de economía del instituto de Vila Real de Santo António, en el distrito de Faro, Mário Centeno recordó los tiempos en que estudió en ese centro de enseñanza y dijo a los estudiantes que "la suerte sólo le sucede a quien está preparado" y, en respuesta a un alumno, advirtió de que las crisis inmobiliarias pueden tener efectos "devastadores" en la economía, pero necesitan "mucho tiempo" para resolverse.

Preguntado por un estudiante de 10º curso sobre las políticas que deberían seguirse para "evitar precios exagerados de la propiedad en Portugal y llevar a cabo una verdadera reforma en el área de la vivienda", Centeno recordó la crisis financiera de 2008/2009 y la crisis de deuda soberana que le siguió, que tuvo un "fuerte impacto en Portugal" y en otros países europeos.

"[La crisis] tuvo una consecuencia, y esa consecuencia fue -a veces es mejor no decir demasiado, pero voy a abusar un poco aquí, a pesar de las cámaras [de medios de comunicación presentes]- devastadora para el sector de la construcción", afirmó, destacando que el resultado fue "más de una década" con el sector de la construcción en Portugal "prácticamente estancado".

Oferta y demanda

El ex ministro de Finanzas recordó la ley de la oferta y la demanda y destacó que, en Portugal, "la oferta estaba estancada, las nuevas construcciones eran pocas, y la demanda crecía", aunque en este crecimiento no influyeran las cuestiones demográficas, ya que, sin inmigración, habría incluso menos población en el país.

"Cuando los precios y la cantidad comercializada van en la misma dirección, significa que este mercado está siendo impactado por fuerzas que vienen del lado de la demanda. Y esto es lo que viene ocurriendo en Portugal desde 2014: suben los precios y aumenta la cantidad negociada", señaló.

Impulsado por la creciente demanda de los extranjeros, hubo un aumento de la demanda de vivienda, pero "este proceso es lento" en el lado de la oferta, "más de lo deseado por todos", no permitiendo una caída en los precios de la vivienda, destacó.

"Insisto, no es sólo en Portugal, es en toda Europa, y la razón original, en mi opinión, es que exageramos la respuesta que dimos a la crisis financiera y a la crisis de la deuda soberana, en la reducción que operamos sobre el sector de la construcción", consideró.

Además de tardar en construir, "Portugal no creció en términos de población" y la "necesidad estructural de vivienda no aumentó", dijo Mário Centeno, contraponiendo que hay países que están en el polo opuesto, como China o Japón, "que tienen exactamente la crisis opuesta" de tener un exceso de casas.

"Y puedo asegurar que la peor crisis que puede existir en un país es una crisis en el mercado de la vivienda", argumentó, destacando que la caída de los precios influye en la pérdida de valor de los inmuebles y quienes pidieron dinero prestado para comprar una casa acaban "pagando por la vivienda un precio muy superior al que realmente valen las casas".