Karl Heinz Stock es conocido localmente como el propietario y fundador de Quinta dos Vales, donde ha estado al frente desde 2007, y que bajo su liderazgo se ha transformado en una famosa finca de enoturismo en el corazón del Algarve. Tras haber traspasado la propiedad y la gestión de la finca a un nuevo propietario este mes, es el momento perfecto para conocer la trayectoria de Karl. El sueño de Quinta dos Vales surgió durante su segunda jubilación, y rápidamente se puso manos a la obra para convertirlo en realidad. Karl había sido un apasionado del vino y el arte durante muchos años, y estos se convirtieron en las piedras angulares de este sueño. La finca será conocida por la mayoría de nuestros lectores, siga leyendo para saber más sobre su fundador.

Una aventura rusa

Antes de 1988, la carrera profesional de Karl se centraba exclusivamente en Alemania, donde ascendía en el mundo de la banca. Pero tras su primera visita profesional a Rusia en 1988, su carrera cambiaría para siempre, ya que identificó las oportunidades y los retos a los que se enfrentaba este fascinante país en crisis.

Ya en 1989 Karl había encontrado un socio local y juntos fundaron la primera empresa de promoción inmobiliaria de la era postsoviética. Los retos parecían insuperables, si se tiene en cuenta que el propio concepto de propiedad privada aún no existía en Rusia, por no hablar de ningún tipo de marco financiero o jurídico con el que trabajar. El obstáculo financiero se superó convenciendo a sus clientes (que eran exclusivamente empresas multinacionales occidentales, como Exxon. Societe General, e incluso el Fondo Monetario Internacional) para que financiaran todo el proceso de desarrollo pagando su alquiler por adelantado durante varios años, sin ningún tipo de garantía. La solución a los problemas legales fue aún más singular, como explica Karl: "Hice una lluvia de ideas con los mejores abogados internacionales y los mejores cerebros del departamento jurídico de la Universidad de Moscú, que dio como resultado un plan de juego sobre cómo el sector inmobiliario ruso puede pasar de ser propiedad estatal a ser propiedad privada". Este plan se utilizó como base de la nueva legislación y, por su papel pionero, Karl recibió un doctorado honoris causa de la misma universidad.

Tras varios años de trabajo pionero, en 1995 Karl decidió jubilarse tras enamorarse del Algarve. Pero en 2000 esta resolución llegó a su fin, ya que su antiguo socio le propuso un nuevo y fascinante reto: hacerse cargo de una empresa petrolera (Sibir Energy, cotizada en Londres). Esta siguiente fase fue casi tan desafiante como la primera, pero estuvo llena de un éxito tras otro. Aunque adquirieron la empresa sin fondos propios, en 2005 sus acciones cotizaban en torno a los 2.500 millones de libras esterlinas. Y paralelamente a su entrada en la industria petrolera, los socios pudieron desarrollar aún más su brazo promotor, entrando en el segmento del lujo de gama alta. Tanto es así que una parte considerable del tiempo de trabajo de Sir Norman Foster durante estos años se dedicó al futuro de lo que empezaba a conocerse como Moscow City.

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Quinta dos Vales

Menos de dos años después de dejar Rusia, Karl estaba listo para su siguiente gran paso, que se convirtió en Quinta dos Vales. La imagen pública de la finca siempre ha sido la simbiosis entre Vino y Arte, y teniendo en cuenta los antecedentes de Karl, era de esperar que fuera creativo en estas dos nuevas industrias. En el primer año de producción de Quinta dos Vales, la finca recibió la primera medalla de oro internacional para un vino blanco del Algarve. Esta tendencia a recibir medallas continuó, con un logro notable: la distinción local de "Mejor Vino del Algarve" fue concedida a Quinta dos Vales 8 de los últimos 16 años. El arte estuvo siempre presente en este viaje, ya que toda la finca es una interminable exposición de arte, pero Karl también se llevó sus esculturas de viaje. Con docenas de exposiciones de arte por todo el país, las últimas son los Globos multifacéticos, que son la pieza central de la rotonda frente a la Escuela Noble de Lagoa.

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Pasión por Portugal

Cuanto más tiempo pasaba en Portugal, su país de adopción, más se enamoraba de él. Y Karl realmente puso su dinero donde estaba su boca, invirtió en lo que creía, tanto su dinero como su tiempo.

Como banquero en Alemania, aprendió que una clase media fuerte es la base ideal para una economía próspera, así que invirtió en PYME de todo el país. Empresas estables y saneadas que sólo necesitaban una inyección de liquidez tras la crisis financiera mundial. Karl proporcionaría esta inyección de liquidez, y luego dejaría que los respectivos propietarios y gerentes siguieran dirigiendo las empresas, proporcionándoles orientación y apoyo. Como era de esperar, estas empresas eran increíblemente diversas, desde una empresa de mantenimiento de piscinas a medios de comunicación impresos, pasando por la producción de maquinaria CNC para la industria de la piedra y, por último pero no menos importante, otra bodega en el Alentejo.

Y en el mundo de las grandes empresas de Rusia, Karl aprendió lo crucial que es la influencia del sector privado en la política. En Rusia, sus palabras cayeron casi siempre en saco roto, pues su consejo era que, para un crecimiento a largo plazo, la economía nacional necesita desesperadamente inversiones tanto privadas como públicas. En Portugal adoptó un enfoque diferente. Su proyecto más conocido fue "Deixem nos Respirar", un movimiento que en su momento álgido contó con el apoyo de más de 140 PYME, cuyo valor conjunto superaba los mil millones de euros. El movimiento identificó la burocracia portuguesa como uno de los mayores retos para el desarrollo del país, y propuso una medida específica que habría aportado al país un valor neto de entre 10.000 y 15.000 millones de euros. Esta medida específica sólo se llevó a cabo en parte, pero el esfuerzo dejó su huella, ya que los sucesivos gobiernos han identificado la burocracia del país como un área problemática.

Próximos pasos

Karl traspasa ahora Quinta dos Vales a un nuevo propietario, João Cascão, que cuenta con una gran experiencia en finanzas y turismo, abarcando complejos turísticos desde Sagres hasta Castro Marim. Quinta dos Vales representa una oportunidad para que João aproveche su experiencia y pasión en beneficio de la finca y lleve su cultura actual de arte, ecoturismo y eventos únicos a nuevos hitos.

Y lo que es más importante, Karl se va feliz y orgulloso de lo que ha conseguido: "He tenido mucha suerte de vivir mi sueño. Quiero expresar mi más sincero agradecimiento a la comunidad local, a los artistas que han trabajado conmigo, a nuestros clientes y, lo más importante, al equipo de Quinta dos Vales, ¡sin su apoyo nada de esto habría sido posible!".