Durante la Primera Guerra Mundial fue auxiliar de enfermería. Se doctoró en Filosofía y comenzó a dar clases en la Universidad de Friburgo. Tras leer las obras de Santa Teresa de Ávila, se convirtió al catolicismo y profesó los votos como carmelita descalza, junto con su hermana Rosa. Durante el terror nazi fueron trasladadas por su seguridad al monasterio carmelita de Echt (Países Bajos), pero en agosto de 1942 fueron detenidas y deportadas a Auschwitz, donde perecieron en las cámaras de gas el 9 de agosto de 1942. Fue canonizada por San Juan Pablo II el 11 de octubre de 1988 y es una de las principales patronas de Europa.