La EPOC es un tipo de enfermedad pulmonar progresiva, prevenible y tratable, que se caracteriza por síntomas respiratorios a largo plazo y limitación del flujo de aire. Sus principales síntomas son la falta de aire y la tos, y la posible producción crónica de esputo. Es una enfermedad progresiva que empeora con el tiempo, haciendo que actividades cotidianas como caminar o vestirse sean cada vez más difíciles.
La EPOC sigue siendo un importante problema de salud pública por su elevada prevalencia, su creciente incidencia, su considerable mortalidad y los costes sociales y económicos asociados.
Tradicionalmente se ha considerado que la EPOC es una enfermedad autoprovocada por el tabaquismo y que se caracteriza por un ritmo acelerado de deterioro de la función pulmonar con la edad. Sin embargo, alrededor de un tercio de los pacientes con EPOC nunca han sido fumadores y aproximadamente la mitad de los pacientes con EPOC desarrollan la enfermedad sin evidencia de ninguna aceleración del ritmo fisiológico de pérdida de la función pulmonar, lo que indica claramente que debe haber otros mecanismos patogénicos a tener en cuenta. De hecho, un gran estudio de población general realizado en Austria ha identificado muchos factores ambientales (que incluyen, pero no sólo, el tabaquismo) asociados a la reducción de la función pulmonar en diferentes tramos de edad a lo largo de la vida.
La EPOC ya no puede considerarse una enfermedad "uniforme", por lo que es necesario revisar y actualizar la definición y clasificación tradicionales de la EPOC (incluida la de los episodios de exacerbación de la enfermedad). Un documento reciente propone que "la EPOC es una afección pulmonar heterogénea caracterizada por síntomas respiratorios crónicos (disnea, tos, expectoración) debidos a anomalías persistentes de las vías respiratorias (bronquitis, bronquiolitis), y/o de los alvéolos (enfisema) que provocan una limitación persistente, a menudo progresiva, del flujo aéreo". Asimismo, reconoce que existen diferentes "tipos" de EPOC en función de la causa, como la EPOC genética, la EPOC debida a un desarrollo pulmonar anormal, la EPOC ambiental (que incluye el consumo de cigarrillos), la EPOC y la exposición a la biomasa y la contaminación, la EPOC debida a infecciones, la EPOC y el asma, la EPOC de causa desconocida y la EPOC de causas mixtas. Hasta ahora, la investigación se ha centrado casi exclusivamente en la EPOC por consumo de cigarrillos. Es necesario considerar estas diferentes formas de EPOC para investigar su historia natural y su tratamiento óptimo. En este contexto, parece aconsejable una estrategia de gestión basada en los denominados rasgos tratables (TT). Se trata de una estrategia de medicina de precisión, agnóstica (es decir, independiente) del diagnóstico clínico tradicional (EPOC, asma y superposición de asma y EPOC) y basada en la identificación de los TT en cada paciente individual. Los TTs pueden ser identificados basándose en el reconocimiento "fenotípico" (es decir, clínico) y/o en un profundo conocimiento de las vías causales críticas ("endotipos") a través de "biomarcadores" validados.
Por último, ahora se acepta que la EPOC puede ocurrir en sujetos jóvenes (<50 años de edad) y que algunos individuos pueden tener (a cualquier edad) anormalidades estructurales (por ejemplo, enfisema) y/o funcionales del pulmón (por ejemplo, baja capacidad de difusión de monóxido de carbono) en ausencia de limitación del flujo de aire (Pre-COPD) que pueden progresar a EPOC o no.
Basado en el artículo: Am J Physiol Lung Cell Mol Physiol323: L615-L618, 2022
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