Todos podíamos dar muchos ejemplos de cómo habíamos ayudado a la gente de distintas maneras y nos sentíamos muy bien. Cuando llegó el momento de la meditación, nos enseñaron que las palabras clave en las que debíamos centrarnos eran "recibir" y "creer". Cuando empezamos a profundizar, nos dimos cuenta de que, si queríamos crecer y desarrollarnos emocionalmente, estas dos palabras requerían más reflexión.


Dignidad

Llegamos a la idea de que creer consiste en aceptar nuestra valía, que merecemos amor y aceptación, no sólo de los que nos rodean, sino de nosotros mismos. Somos buenos ofreciendo amor a los demás, pero ¿hasta qué punto somos buenos aceptándolo? Más aún, ¿hasta qué punto somos capaces de amarnos a nosotros mismos? ¿Forma parte de nuestro paisaje interior amarnos y aceptarnos por lo que realmente somos?

Una vez que creemos en quiénes somos y apreciamos nuestro derecho a ser amados y aceptados por nosotros mismos, surge la pregunta: ¿cómo lo ponemos en práctica? Podemos empezar por algo tan sencillo como aceptar cumplidos y trabajar para dar prioridad a nuestra salud mental y nuestro bienestar. Por ejemplo, has tenido una semana ajetreada en el trabajo y te han invitado a una fiesta. Aunque es un grupo de amigos estupendo, con el que te llevas bien, estás destrozado por una semana frenética. En lugar de poner una excusa para no ir, eres sincero contigo mismo y con ellos, y les explicas que necesitas tiempo a solas para cuidarte, para permitir que tu yo interior se reconstruya. Cuando los demás ven que nos tratamos de forma cariñosa y que somos fieles a nosotros mismos, empiezan a actuar de la misma manera con nosotros, ya que estamos modelando cómo nos gustaría que nos trataran.


Recibir

Cuando aceptarnos a nosotros mismos se convierte en parte de nuestra práctica diaria, es hora de abordar la idea de "recibir". Recibir puede significar permitirnos aceptar ayuda, hacer actividades que nos gusten, de las que nos sintamos realizados.

Es interesante que a menudo demos a los demás lo que nos gustaría recibir para nosotros mismos: escuchar, elegir regalos considerados, aumentar la estima de alguien, engreírle. Pero, ¿quién hace eso por nosotros? Me gustaría sugerir que, en un principio, podemos hacerlo nosotros. Podemos empezar a practicar esto por nosotros mismos, sembrar la semilla de recibir de nosotros mismos, y entonces cogeremos el hábito y empezaremos a ser capaces de aceptar de los demás.

Os dejo ahora para que plantéis las semillas que resuenen y nutráis las plantitas para crear un jardín de amor propio y aceptación.

Te deseo un mes verdaderamente mágico.


Author

Sally saw Angels as a child and could occasionally see and feel people who had passed over. This ability grew as she got older and she now gives readings, as well as channelling Ascended Masters. She often works with Mary Magdalene and channels information from Lord Kuthumi. She is available for readings and spiritual development sessions both online and in person (heaven2heart). 

Sally Hinchcliffe