Según la policía europea, la acción tuvo lugar el 21 de enero en Lisboa y en las ciudades españolas de Madrid, Málaga, Marbella, Torremolinos, Coín y Ayamonte e incluyó la incautación por parte de las autoridades de más de un millón de euros en efectivo y criptomonedas.

El grupo operaba principalmente en España, donde disponía de varias oficinas con cajas fuertes gestionadas por dependientes, que movían diariamente unos 300 mil euros en efectivo, con un protocolo que incluía la emisión de recibos de la operación a los responsables de la organización rusa.

Los clientes de la red ahora desarticulada eran "organizaciones criminales albanesas, serbias, armenias, chinas, ucranianas, colombianas" y la mafia Mocro, vinculada a Holanda, según ha informado la Policía Nacional española en un comunicado.

"La organización cobraba a sus 'clientes' un porcentaje de cada cantidad movida, que oscilaba entre el dos y el tres por ciento del dinero blanqueado", ha añadido.

Según la Policía Judicial(PJ), los sospechosos "utilizaban intermediarios para mover el dinero (método 'Hawala'), obtenido principalmente a través del narcotráfico, utilizando sus propias redes empresariales para blanquear los fondos recaudados."

Una de las personas "había fijado su residencia en Lisboa" y fue posteriormente nombrada imputada.

El registro domiciliario, llevado a cabo por la Unidad Nacional de Lucha contra el Tráfico de Drogas de la PJ, permitió la incautación de "una cantidad considerable de dinero, equipos electrónicos e informáticos y documentos bancarios".

La investigación, denominada Caja Fuerte, se inició en 2023 tras detectarse en España cobros y entregas sistemáticas de dinero por parte de ciudadanos rusos a personas de diversas nacionalidades, señala la Policía Nacional.

De los 14 detenidos, tres, los más cercanos a la cúpula de la mafia rusa, se encontraban en prisión preventiva en España.

Las autoridades no descartan "futuras detenciones".