El diploma garantiza la inclusión de esta venta a "un inversor de escala" en el mundo de la aviación que aún está por elegir.

Esta elección, subrayada por el Ministro de Hacienda, pasa por la realización de prioridades como "el crecimiento de TAP y del hub nacional", "garantizar la inversión y el empleo en actividades de alto valor en el sector de la aviación" y asegurar el "crecimiento de las operaciones punto a punto" que aprovechen las estructuras existentes a nivel nacional". Otra de las condiciones es, "naturalmente", el precio.

Una vez aprobado este título, el siguiente paso es elegir a los asesores que aconsejarán al Gobierno en este proceso de venta y en el diálogo con los posibles inversores. En cuanto al calendario, Fernando Medina apunta a "finales de este año o principios del que viene como muy tarde" como fecha límite para presentar y aprobar el pliego de condiciones de esta operación en el Consejo de Ministros. "Entonces, se definirá más finamente la puesta en marcha y la consideración de valor estratégico".

Fernando Medina también destacó lo que el Gobierno no pretende para esta operación. "No pretendemos atraer lo que serán puras inversiones financieras que buscarán entrar en TAP para venderlo después", total o parcialmente, "y quitarle el valor estratégico para el País".

Lo que aún no se ha definido es también el porcentaje concreto que el Gobierno quiere vender a la aerolínea. "Todavía no está definido, a día de hoy, si será el 51, el 60, el 80 o incluso como ya ha asumido el Primer Ministro el 100%". Esto sólo se hará "más adelante en el proceso" en función de lo que el Ejecutivo considere "imprescindible para garantizar los objetivos definidos en el decreto aprobado por el Consejo de Ministros".

Así, el 51% es el porcentaje mínimo para la venta de TAP, existiendo un derecho de reserva del 5% que puede ser adquirido por los trabajadores.