Un carguero de bandera liberiana perdió seis de los contenedores que transportaba el 8 de diciembre en aguas portuguesas, a 80 kilómetros de Viana do Castelo.
Uno de los contenedores, según el Gobierno español, que cita al armador del barco, contenía mil bolsas de bolitas blancas utilizadas en la fabricación de plásticos.
Las primeras bolsas que llegaron a la costa, de unos 15 kilos cada una, fueron identificadas en playas de Galicia el 13 de diciembre, y hasta ahora se han recogido cerca de 60 bolsas, informaron autoridades locales citadas por medios españoles.
Sin embargo, a finales de la semana pasada, las bolas de plástico empezaron a llegar a la costa esparcidas fuera de sus bolsas, por lo que organizaciones ecologistas y periódicos locales informaron de la "invasión de los arenales" por este material y de "playas pintadas de blanco".
El 5 de enero, la Xunta de Galicia activó el nivel 1 (el último grave) del Plan Territorial de Contingencias por Contaminación Marina de Galicia, que prevé medidas de vigilancia y limpieza.
La consejera de Medio Ambiente de la Xunta, Ángeles Vázquez, declaró el 8 de enero que se han realizado análisis y que las bolitas "no son tóxicas ni peligrosas".
"Pero es plástico y hay que retirarlo de los arenales", dijo.
La asociación ecologista gallega Noia Limpa, que citó datos de EU Monitor, compartió que las bolas tienen menos de cinco milímetros de diámetro y se calcula que solo en 2019 se perdieron en el medio ambiente entre 52.140 y 184.290 toneladas.
"Debido a su pequeño tamaño y ligereza, es casi imposible limpiarlas después de que se esparzan por las aguas y playas", además de ser "esponjas tóxicas, que atraen a su superficie toxinas químicas y otros contaminantes", explicó Noia Limpa.
Estas pequeñas bolas no son biodegradables, se fragmentarán en microplásticos con el paso de los años, que entrarán en la cadena alimentaria marina.
"Casos anteriores evidencian que limpiar los "pellets" (bolas de plástico) puede llevar meses, incluso años, y aún así no se ha podido recuperar la totalidad", explica Noia Limpa.
Un mapa que la asociación difundió en su página web, basado en testimonios e información oficial, transmitía que las bolas de plástico se han identificado en playas de casi toda la costa de Galicia, desde Vigo, en el suroeste de la región, hasta el norte.
Las autoridades de la vecina región de Asturias declararon el 8 de enero que el material también había sido identificado en playas asturianas y que también se había activado el plan local de contingencia por contaminación marina en la región.
El peligro de este accidente no debe "subestimarse", ya que se desconoce "cómo afectará al medio ambiente y a los seres vivos", subrayó la Federación Ecologista Gallega.