El mayor temor de la mayoría de los propietarios de perros de la cuenca mediterránea -incluido Portugal- es la amenaza de infección por leishmaniosis, una enfermedad parasitaria crónica potencialmente mortal. Aunque es más frecuente en perros, la versión felina es cada vez más frecuente en zonas endémicas. Los animales infectados pueden no perder nunca la enfermedad en su organismo, y es posible que sufran recaídas. Está causada por la picadura de flebótomos hembra infectados, que se alimentan de sangre para producir huevos. Dado que se sabe que más de 90 especies de flebótomos transmiten parásitos de Leishmania, no hay forma de saber si el que se posa sobre su mascota está infectado o no.


La prevención eficaz consiste en evitar la exposición a los flebótomos. Son más activos al anochecer, por lo que debe evitarse sacar al perro a esa hora y, si es posible, mantenerlo en casa por la noche.


Los síntomas clínicos de la leishmaniosis pueden tardar entre tres semanas y siete años en manifestarse, pero si el sistema inmunitario de su mascota es fuerte, es probable que nunca llegue a mostrar síntomas. Sin embargo, una vez que el sistema inmunitario falla, su mascota enfermará cada vez más. Por increíble que parezca, se calcula que aproximadamente la mitad de los perros de las zonas mediterráneas están infectados de leish sin mostrar ningún síntoma. La edad, la raza, la genética del huésped, la nutrición, las enfermedades concurrentes y otros factores pueden influir en la progresión de la infección a la enfermedad clínica.


Aunque no está presente en el Reino Unido, se encuentra en muchos países del sur y el este de Europa, por lo que las mascotas que viajan allí o han vivido en estas zonas corren el riesgo de infectarse.


Tres formas de leishmaniosis


Hay tres formas principales de leishmaniosis: cutánea (la más común, que suele causar úlceras en la piel), mucocutánea (que afecta a la boca, la nariz y la garganta) y visceral (la forma más grave porque casi siempre es mortal sin tratamiento).


Picadura de mosquito de arena

La leishmaniosis es una enfermedad causada por un parásito protozoario (unicelular) transmitido por el flebótomo, que se encuentra sobre todo en zonas rurales, en perros, gatos y algunos roedores de muchas partes del mundo. Es importante conocer esta enfermedad porque puede transmitirse a los humanos y, si no se trata, puede provocar la destrucción parcial o total de las membranas mucosas de la nariz y la boca, causando una discapacidad grave y desagradable.

Cuando los perros enferman de esta enfermedad, a menudo desarrollan llagas en la piel y se ponen enfermos. Algunos pueden desarrollar insuficiencia renal, pero es posible que los perros infectados enfermen sin tener problemas cutáneos.


Prevención

El tratamiento y la prevención de esta enfermedad dependen principalmente de los quimioterápicos, que son muy tóxicos y tienen un problema de resistencia cada vez mayor. Es necesario el desarrollo de una vacuna segura, eficaz y asequible para todas las formas de enfermedad transmitida por vectores que bloquee la transmisión del parásito entre el huésped y el vector, pero mientras tanto, existen varios tipos de collares que pueden ayudar a repeler estas moscas, pero hay que tener cuidado de seguir las instrucciones y sustituirlos con regularidad, ya que pierden su eficacia con el tiempo.


Diagnóstico

En términos sencillos, inicialmente se toman muestras de sangre y, si es necesario, se realizan análisis de la piel, de los ganglios linfáticos y de los órganos internos, que revelarán si el perro ya es portador de la enfermedad pero tal vez aún no muestre signos de infección. Las infecciones cutáneas se harán evidentes: bultos o protuberancias que pueden acabar convirtiéndose en úlceras que se convierten en costras o costras. Estas úlceras suelen ser indoloras, pero pueden tardar meses o años en curarse, y es casi seguro que dejarán cicatrices. Mi propia perra fue una víctima, con una úlcera que acabó comiéndose la punta de la oreja, pero se recuperó.

Hay vacunas disponibles que reducen la probabilidad de que tu perro desarrolle síntomas si se infecta, pero no previenen la infección en sí, aunque son seguras para perros ya infectados. Hablar con tu veterinario es el mejor primer paso, sobre todo si traes una mascota a Portugal desde un país libre de leish.



Author

Marilyn writes regularly for The Portugal News, and has lived in the Algarve for some years. A dog-lover, she has lived in Ireland, UK, Bermuda and the Isle of Man. 

Marilyn Sheridan