En un comunicado, Infraestruturas de Portugal reveló que estos dos contratos de inversión en el marco del Plan de Recuperación y Resiliencia (PRR), financiado por la Unión Europea, suponen una inversión global que asciende a 88,5 millones de euros.

Según la empresa, el contrato de construcción de la Variante Este de Évora, por valor de 54,9 millones de euros, tiene como objetivo construir una nueva conexión viaria alternativa al tramo actual de la IP2.

Esta variante tendrá una longitud aproximada de 12,8 kilómetros y conectará el enlace de Évora Nascente de la autopista A6, "inmediatamente después del peaje", y la conexión con la actual IP2, en S. Manços, en el municipio de Évora.

Las obras de mejora del tramo IP8, de 22,5 kilómetros de longitud, costarán unos 33,6 millones de euros, informó la empresa.

El proyecto se realizará entre la rotonda con la Carretera Regional 2 (ER2) en Ferreira do Alentejo y la rotonda con la IP2 en Beja.

El objetivo es "rehabilitar estructuralmente la carretera, mejorando las condiciones de movilidad, circulación y seguridad en la IP8", afirmó Infraestruturas de Portugal, destacando que el proyecto "también incluye la construcción de una variante a la localidad de Beringel, que tendrá una longitud de 2,5 kilómetros".

"Los contratos serán sometidos a la evaluación del Tribunal de Cuentas para obtener la necesaria aprobación previa", dijo la empresa.

En cuanto a la Variante de Évora Nascente, en junio de 2021, Infraestruturas de Portugal (IP) ya había anunciado un concurso público para la elaboración del proyecto de ejecución de la obra, que incluía un análisis de la viabilidad de utilizar el trazado y las estructuras construidas en el marco del proyecto de recalificación de la IP2, incluida en la entonces subconcesión del Baixo Alentejo.

Durante el proyecto de recalificación, que finalmente se suspendió en 2011, se llevaron a cabo movimientos de tierras y se construyeron viaductos, que siguen abandonados a día de hoy.

La construcción de la circunvalación ha sido reclamada en Évora en los últimos años, para permitir desviar el tráfico de la ciudad, cuyo centro histórico está clasificado como Patrimonio de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura(UNESCO).