Uno de los principales objetivos era introducir políticas más respetuosas con el medio ambiente y alinear sus prácticas con las del mercado y reducir costes.

La conclusión se desprende del más reciente Informe 2023 Company Car Benefits Survey - Portugal, desarrollado por WTW, que indica que los principales cambios realizados en este período tuvieron lugar en las marcas y modelos de coches asignados y dieron la posibilidad de elegir entre un coche de empresa o un subsidio de coche debido a su estatus en la empresa o en función de los requisitos del trabajo.

El informe también revela que el 59% de las empresas encuestadas en Portugal ofrecen a los empleados un coche de empresa o una subvención como alternativa al coche. Sólo el 23,5% ofrece ambas opciones a los empleados con derecho a estos beneficios.

Los niveles de elegibilidad para los planes de coche de empresa, excluyendo la alternativa del subsidio, son más altos en las categorías profesionales relacionadas con las ventas - 61,3% a nivel de gerente y 64% a nivel de profesional - y los jefes de unidad de negocio y country manager alcanzan más del 60%.

Por lo que se refiere a la atribución exclusiva de una subvención como alternativa al coche o a dar la opción de elegir entre una de las dos prestaciones, las categorías más aptas para esta elección se encuentran en los niveles ejecutivos de business unit head y country manager , middle manager y senior professional (no comerciales).

Según el estudio de WTW, más de la mitad de las empresas permiten a los empleados elegir su vehículo entre una gama de marcas y modelos definidos por la organización, siendo BMW, Audi y Volkswagen las marcas más elegidas.

Sanda Bento, directora asociada de WTW Portugal, afirma que "el coche sigue siendo uno de los beneficios más valorados por los empleados, convirtiéndose en uno de los ítems que entra en la negociación de los que están a punto de cambiar de empresa. Y, en un mercado donde hay competencia por los profesionales, las empresas han utilizado este beneficio como elemento de atracción y retención, a pesar de los elevados costes que representan".

El funcionario añade que "si bien es posible reducir la carga financiera de la flota de vehículos si las empresas toman decisiones basadas en su fiscalidad, efectivamente no hay una respuesta correcta cuando se trata de cuál es la mejor opción para cada caso específico, sin un análisis previo a todos los costos y el impacto para la empresa, sino también para sus empleados".