Entre junio y agosto de 2024 se registró un aumento del tráfico del 6,2%, hasta 1,41 millones de vuelos, así como un incremento del 44,9% en los retrasos totales ATFM (Air Traffic Flow Management), hasta casi 9 millones de minutos. El retraso medio fue de 13 minutos por vuelo retrasado, con un aumento del 80,8% en los retrasos relacionados con la capacidad ATC y del +16,2% en los retrasos relacionados con el personal ATC, según un informe de Publituris.

Además, casi uno de cada dos vuelos en Europa durante el verano sufrió algún tipo de retraso. Esta tendencia al empeoramiento se produce mientras el informe del PRB destaca un aumento del 430% en los retrasos anuales entre 2021 y 2023, lo que pone de relieve la creciente brecha entre la demanda y la capacidad real del espacio aéreo.

Se espera que esta brecha persista, especialmente con el crecimiento del tráfico previsto para los próximos años. El informe insta a "los proveedores de servicios de navegación aérea y los Estados miembros a dar prioridad a las mejoras continuas de la capacidad en 2024 y durante la RP4 para apoyar la recuperación del tráfico y el crecimiento futuro".

Es crucial que, una vez confirmado, el Comisario designado Tzitzikostas responda rápidamente al llamamiento de la Presidenta von der Leyen para desarrollar una estrategia que aborde las "ineficiencias de la gestión del tráfico aéreo en el marco del Cielo Único Europeo", tal como se señala en su carta de misión.

En respuesta a las cifras de retrasos y al informe del PRB, Ourania Georgoutsakou, Directora General de Airlines for Europe (A4E), ha declarado: "Al leer el informe del PRB de este año, tengo una sensación de déjà vu. Una vez más, está claro que la situación empeora. La reforma del espacio aéreo europeo es ahora uno de los retos más acuciantes a los que se enfrenta el sector europeo de la aviación, e incluso se señaló como prioridad en el informe sobre competitividad de Mario Draghi. El espacio aéreo europeo está fallando. Mario Draghi habló de la lenta agonía de Europa, pero para millones de pasajeros este verano, la agonía fue demasiado real".

"Es sencillamente inaceptable que casi la mitad de los vuelos en Europa sufran retrasos en algún momento de la época de mayor tráfico del año. Conocemos los problemas y la capacidad con la que tenemos que trabajar, pero está claro que no estamos haciendo lo suficiente con lo que tenemos para evitar los retrasos. La reducción de los retrasos no sólo minimizará las molestias a los pasajeros, sino que también aportará beneficios reales para el medio ambiente, reduciendo potencialmente las emisiones de CO2 entre un 7 y un 10%. A4E está dispuesta a colaborar con todas las partes interesadas para resolver este problema. Europa y sus pasajeros no deberían verse obligados a esperar más", concluyó Georgoutsakou.