"Al contrario de lo que se afirma en la propia petición del PCP, la decisión de reprivatizar TAP es realmente una decisión para el país, para la economía del país, para la soberanía nacional ante la posición estratégica de la aerolínea", defendió João Galamba.

"Los comunistas consideran la venta del capital mayoritario de la aerolínea "un crimen contra la economía del país y contra la soberanía nacional".

El ministro de Infraestructuras también aseguró que el proceso de reprivatización ahora en curso "no será como el nefasto proceso de 2015, a puerta cerrada".

João Galamba también dijo que es falsa la idea de que la inyección estatal de 3.200 millones de euros en la aerolínea, tras las dificultades agravadas por la pandemia del covid-19, esté relacionada con el aumento de la participación pública acordado en 2016, cuando el Gobierno del PS revirtió parcialmente la privatización llevada a cabo por el PSD/CDS-PP.

"Este Gobierno no tuvo en ningún momento ninguna fijación con la nacionalización de la empresa", dijo el funcionario, añadiendo que "incluso si TAP fuera 100% privada en 2020, todavía tendría que ser rescatada por el Estado", porque los accionistas privados no tenían capital para invertir en la empresa.

João Galamba también señaló que el verdadero valor de TAP se verá reforzado con la elección de la ubicación del nuevo aeropuerto.

El Gobierno anunció, el 28 de septiembre, la intención de vender al menos el 51% del capital de TAP, reservando hasta el 5% para los trabajadores, y quiere aprobar el pliego de condiciones de la privatización a finales de año, o "como muy tarde" a principios de 2024, en el Consejo de Ministros, con la esperanza de que la operación se complete en el primer semestre del próximo año.

En rueda de prensa, el ministro de Finanzas, Fernando Medina, y el ministro de Infraestructuras, João Galamba, presentaron los objetivos estratégicos centrales de la venta de TAP, que incluyen el mantenimiento y crecimiento del "hub" (aeropuerto que sirve de centro de distribución de pasajeros), el crecimiento de TAP, la inversión y el empleo que el nuevo inversor puede traer a Portugal en actividades de alto valor en el sector de la aviación, el mejor aprovechamiento de la red de aeropuertos nacionales, la valorización y crecimiento de las operaciones punto a punto, concretamente en el aeropuerto de Oporto, y el precio y valor ofrecidos para la adquisición de las acciones de la compañía.

La venta concreta dependerá, según el Gobierno, del proceso de escucha de los interesados.

El Gobierno ha iniciado el proceso de elección de los consultores que asistirán al Estado en la operación.

El Gobierno puede vender el 51% o "mucho más"

El ministro de Infraestructuras ha dicho hoy que el Gobierno puede vender el 51% del capital de TAP o "mucho más", en función de las propuestas y que, en teoría, es posible salvaguardar mejor el interés estratégico vendiendo el 80%.

"El Gobierno puede vender el 51% o mucho más del 51%, dependiendo de las propuestas que se hagan. Es perfectamente posible, en teoría, que se salvaguarde mejor el interés estratégico vendiendo el 80%, en vez de sólo el 51%, porque depende de la propuesta", afirmó João Galamba, que está siendo escuchado en la comisión parlamentaria de Economía, Obras Públicas, Urbanismo y Vivienda, sobre el anuncio de privatización de TAP, tras una petición preceptiva del PCP.

El ministro respondía a las preguntas del diputado Carlos Guimarães Pinto, de la Iniciativa Liberal (IL) y añadió que muchas de las cuestiones sobre los detalles de la operación que pretende realizar el Gobierno serán respondidas, cuando se conozcan los pliegos de condiciones y las propuestas concretas de los interesados en la compra.

Al inicio de la comparecencia -que el grupo parlamentario del PS había suspendido, con el PCP tomando la "baza" de la petición potestativa- João Galamba había asegurado al diputado comunista Bruno Dias que el Gobierno no quiere que "fondos buitre participen en el proceso de privatización", sino "empresas sólidas o consorcios de empresas sólidas".

Ante la insistencia de la diputada Isabel Pires, del Bloque de Izquierda (BE), para que el ministro explicara cómo el Gobierno garantizará efectivamente el interés estratégico del país si vende cerca del 100% de TAP, el ministro de Infraestructuras repitió los ejemplos de fusiones de empresas europeas en las que los respectivos Gobiernos (español, francés, holandés e irlandés) han garantizado los intereses estratégicos de cada país, concretamente a través del mantenimiento del "hub" (un aeropuerto que sirve de centro de distribución de pasajeros).

"Parece que todos los procesos de privatización son horribles por definición. No, no tienen por qué serlo", respondió Galamba al diputado del bloqueo.

El Gobierno anunció, el 28 de septiembre, la intención de vender al menos el 51% del capital de TAP, reservando hasta un 5% para los trabajadores, y quiere aprobar el pliego de condiciones de la privatización a finales de año, o "como muy tarde" a principios de 2024, en Consejo de Ministros, con la esperanza de que la operación se complete en el primer semestre del próximo año.